Los errores de Alejandro Ruiz Uribe, no solo en Bienestar, también en su equipo de comunicación

Dicen que el amor, el dinero y lo pe%/$& no se pueden ocultar, pero agregaría una más: las ganas de poder o la aspiración política, y es lo que le pasó al súper Delegado Jesús Alejandro Ruiz Uribe. Pero, ¿y si no fue idea de él? Su destape ya fue conocido hace días, cuando usó, como buen político, su cumpleaños para mostrar músculo —como se dice en la grilla— y reunir a la élite del poder empresarial y político, aunque desde el día 1 (o quizá cero) comenzaron los desaciertos. Mandó un mensaje de capacidad de reunir, pero al viejo PRI, a algunos del PAN y, claro, de Morena. Sería ridículo que, con su puesto, no pudiera atraerlos.

El segundo error fue su equipo de comunicación, y es que todos sabemos cuáles son los medios más vistos —o, digamos, los que mueven la agenda política en la entidad— cosa que no trae a varios. ¿Por qué será? Todo lo contrario, le venden en miles una decena de páginas que solo entre ellos ven y que no le suman nada. Según información que nos dio un “pajarote”, todo tiene que ver con su operador principal, que, por cierto, se dejó ver muy claro quién era en la ya mencionada fiesta: el señor Ariel N. (evitaremos el apellido, pues suele demandar ante la fiscalía a quienes lo mencionan en publicaciones desfavorables).

Cuando mencionamos que los medios de comunicación no le están ayudando, es porque los más vistos o importantes no le dan cobertura a las actividades del Delegado. Contrario a lo que el mencionado operador dice para justificar su mala relación con ellos —argumentando que piden mucho dinero—, la realidad es que ni siquiera se les puede acercar para preguntar cuánto cobran, pues no le contestarán. Al contrario, lo único que logró, para mala suerte de Alejandro Ruiz Uribe, fue que se fijaran más en los errores que comete en dependencias de alto calibre y capital político de Morena, como es Bienestar, encargada de las famosas tarjetas que aseguran los votos del partido.

Aquí la señal es clara: los medios no van a trabajar con el Delegado mientras quien quiera dirigir la orquesta sea Ariel N. o su ayudante Néstor N., y los descuidos —que son muchos en las diferentes dependencias que tiene a su cargo el “Chucho”— solo le juegan en contra, sin olvidar que el señor también es su propio enemigo. Ya han sido varios escándalos los que han exhibido que no le importa ser visto en situaciones comprometedoras y en fiestas, contrastando los resultados de las delegaciones.