La CESPT está destruyendo Tijuana, es un desastre

Publicado el: 11 de abril de 2023.

¿Qué le pasa a la CESPT?

Llegué a Tijuana en 1986. Era raro el día que teníamos agua. Tuve que aprender a bañarme de jicarazo y lavar ropa y trastes a mano limpia. Luego vino, para fortuna de todos, el gobierno de Ruffo Appel y el de Don Héctor Terán, incluso el de González Alcocer, donde invirtieron en lo que llamaron la «obra enterrada» (esa que no se ve pero que se necesita), con la que estuvimos en un período de franca estabilidad en el abastecimiento de agua a casas y negocios.

Incluso con Osuna Millán se dieron el lujo de promover más industria y fomentar el campo, proyectando lo que se necesitaba en el futuro para tener más agua: las plantas desaladoras, la línea morada para aguas residuales y otras ideas innovadoras.

Hoy, la CESPT, tras un desastroso gobierno de Kiko y Bonilla, está convertida en una piltrafa. Nos cobran por un servicio que, por malo, es caro. Las calles están llenas de baches y nadie sabe cómo resolverán el problema de que no hay agua para todos. Los «tandeos» son cosa habitual, no reutilizamos nada, ni sabemos para dónde vamos. ¿Qué sigue? ¿Quedarnos secos? ¿Parar la actividad humana cuando ya no haya agua? Suena dramático, pero es el único destino cierto que tenemos. Tijuana sigue creciendo y las dependencias que lo atienden cada vez son peores en sus resultados.