Víctimas de colpaso del Café Aquamarino, exigen que el dueño les pague los gastos médicos

Publicado el: 25 de septiembre de 2024.

Lo que comenzó como un día tranquilo en familia se transformó en cuestión de segundos en un escenario de desesperación y miedo, tras el colapso del segundo piso del Café Aquamarino, ubicado en Playas de Tijuana, donde Katia Lara y su familia disfrutaban de unas bebidas.

A más de un mes del trágico accidente, Katia Lara exige al dueño del café que asuma la responsabilidad por los daños que ella y su familia han sufrido. Hasta la fecha, han gastado cerca de 100 mil pesos en cirugías y tratamientos médicos debido a sus lesiones, además de que no han podido reintegrarse a sus actividades cotidianas.

Katia Yareli Lara Lugo relató que, tras el colapso, su hija de 6 años sufrió una fractura de húmero en el brazo izquierdo y tuvo que ser intervenida quirúrgicamente. Por su parte, Katia sufrió una fractura en la muñeca que requiere una recuperación prolongada y fisioterapia.

Debido a la gravedad de su lesión, tuvo que contratar un servicio médico privado, ya que existía el riesgo de perder la movilidad en su mano. En total, entre gastos médicos, fisioterapia y atención psicológica, han invertido alrededor de 100 mil pesos.

Katia recordó que, al recuperar la conciencia, ya se encontraba en el suelo. Su prioridad era saber si sus hijas estaban vivas, pero no podía ver nada y no podía moverse. Afortunadamente, sus hijas fueron rescatadas por los salvavidas, y luego todas fueron trasladadas a un hospital.

«No hay mucho que decir, fue cuestión de segundos. Cuando reaccioné, ya estaba en el suelo. Mi prioridad era saber si mis hijas seguían vivas. No se veía nada; mi mamá estaba desmayada por el impacto. A lo lejos, vi a mi hija mayor y luego a la menor. Gracias a uno de los salvavidas, que a pesar del riesgo se metió a sacar a mis hijas, yo ya no podía moverme. Fui rescatada por los bomberos y luego llevada al hospital», compartió Katia.

Ante la reapertura del Café Aquamarino, Katia Lara expresó su indignación y molestia porque el dueño no ha asumido la responsabilidad de sus actos ni se ha acercado a su familia para ofrecer apoyo con los servicios médicos.

Exhortó a las autoridades a regular adecuadamente los establecimientos y a prestar más atención para evitar que este tipo de accidentes se repitan, garantizando así las condiciones necesarias para la seguridad de los clientes.

Después de las declaraciones de Katia, se solicitó una entrevista con el dueño del Café Aquamarino para conocer su versión de los hechos; sin embargo, no accedió.