Maclovio Rojas bloquearán el Aeropuerto hasta que consigan reunión con Claudia Sheinbaum

Enojo, frustración y cansancio son algunas de las emociones de los usuarios del Aeropuerto Internacional de Tijuana, quienes deben caminar casi un kilómetro para llegar o salir de la terminal.
Aunque el gobierno habilitó algunos camiones de la ruta Otay-Centro sin costo para transportar a los afectados, muchas personas optan por caminar, tomar un taxi por $100 pesos por persona o incluso pagar $50 pesos por un viaje en motocicleta, ya sea por desconocimiento de este apoyo o por conveniencia.
Niños, adultos mayores y personas con discapacidades o dificultades para caminar se observan jalando sus maletas a lo largo de la carretera Aeropuerto.
Algunos muestran molestia y se quejan por la larga caminata, otros permanecen indiferentes, mientras que algunos más apoyan el movimiento. Todos avanzan por el bulevar.
La lucha por la regularización de sus predios, que lleva más de 30 años, ha llevado a los residentes de Maclovio Rojas a realizar diversas manifestaciones para ser escuchados por las autoridades.
Desde la noche del domingo 9 de marzo, un grupo de personas bloqueó dos accesos de la carretera Aeropuerto tras recibir títulos de propiedad “falsos”. Con esta acción, buscan obtener una respuesta del gobierno federal, explicó Martha Coronado, encargada de medios de comunicación de Maclovio Rojas.
Por su parte, los manifestantes permanecen en carpas y casas de campaña en los carriles derechos de la vialidad en ambos accesos.
Rosa García, residente de Maclovio Rojas desde hace casi 37 años y participante en manifestaciones anteriores, expresó su tristeza por la situación y aseguró que el gobierno ha hecho caso omiso a sus peticiones.
“Mi esposo y yo teníamos mucha ilusión de hacer algo para dejarles un futuro prometedor a nuestros hijos, y el hecho de que no se concrete, cuando el gobierno tiene la solución en sus manos y no actúa, me parece muy triste y lamentable. Tener este tipo de gobierno es decepcionante”, comentó la señora García. “Si yo muero, me iré con mucha tristeza, pero mientras haya vida, hay esperanza”.
Pese a las bajas temperaturas nocturnas, García y otras personas de la tercera edad que han estado en el bloqueo desde el inicio aseguraron que no se retirarán hasta conseguir una reunión con la presidenta Claudia Sheinbaum.