LA DESHONRA DE ANDRÉS MANUEL

Publicado el: 21 de diciembre de 2017.

Por Francisco Ruiz

Tijuana, B. C.- Andrés Manuel arrancó su precampaña con la presentación de quienes integrarían su gabinete, esta vez un gabinete institucional y no “alternativo” como quienes lo acompañaron hace algunos ayeres. Lo interesante fue el enorme giro que dio, no sólo por la institucionalidad que adoptó en esta primera fase de campaña sino por el perfil de quienes le acompañarían en su gobierno.

En contraste con la campaña de Pepe Meade, quien se ha concentrado en convencer a los militantes del tricolor, AMLO parece no querer perder el tiempo para dar una imagen distinta, de civilidad y apertura; se placea como “precandidato” mientras su mira esta puesta en la simpatía de los indecisos. Lo he dicho antes, hoy retomo mi teoría, el peor enemigo de Andrés Manuel es él mismo. Así lo fue en la campaña anterior, su campaña tuvo un marcado ascenso hasta lograr un segundo lugar en las preferencias electorales cuando su equipo decidió sacarlo de su enfrascado discurso paternalista y modernizaron ligeramente su imagen. Dicha estrategia funcionó, el electorado indeciso respondió favorablemente pero al momento de salir del estudio de grabación y dejar atrás el guión que le prepararon, echó todo por la borda.

En cuanto a su gabinete, basta con señalar que el señor López en verdad se encuentra inmerso en una filosofía mesiánica, en donde para redimir sus pecados políticos del pasado, es suficiente sumarse a su proyecto. Ortega y Gasset aseguró “soy YO y MIS circunstancias”, AMLO lo adoptó literal pues con su actuar demuestra una visión bastante obcecada y unilateral.

Cuando López Obrador ve su reflejo, además de imaginarse portando la banda presidencial, en su rostro ve el de Benito Juárez con peinado y todo. Coincido en que don Benito fue un hombre de Estado que actuó a la altura y supo defender la República. La fortuna de Benito fue morir ostentando el poder, mientras la debilidad de Porfirio Díaz fue envejecer. Ambos fueron oaxaqueños, agiles políticos, admirados héroes y fueron acusados de fraude electoral en cada reelección. Eso no recuerda -o no quiere reconocer- Andrés Manuel, él sólo vitorea a la imagen triunfante y mesiánica de Juárez, esa que el propio Porfirio creó durante su gobierno.

Andrés Manuel cayó en la tentación de la mercadotecnia electoral, decidió comenzar a cumplir con las formas: ahora peinado luce estético, elijen su atuendo, se hace acompañar por su esposa y rescata las principales acciones cuando fue Jefe de Gobierno en la Ciudad de México, veremos sí el tiempo verdaderamente transformó su filosofía o, como dijera el Ruiseñor de Linares, Obrador sigue siendo “aquel, que por tenerte -le canta a la Presidencia-, da la vida…el que te espera, el que te sueña…”. En mi opinión, no habrá novedades, Andrés no quiere gobernar su carácter voluntarioso, la tentación lo vence y se impone la deshonra de perseverar en el error.

P. S.- “No deshonra a un hombre equivocarse. Lo que deshonra es la perseverancia en el error”: Benito Juárez.

* El autor es maestrando en Comunicación Política. Contacto: @FranciscoRuHe oteroymestas@gmail.com.