Fiesta de la lectura: arranca Feria del Libro Usado y de Ocasión en la Revu

Como parte del programa de regeneración de la zona centro de Tijuana, el XXV Ayuntamiento de la ciudad unió esfuerzos con el proyecto independiente El Grafógrafo, Libros y Café para que una estación de la avenida Revolución, del Sistema Integral de Transporte de Tijuana (SITT), albergue del 9 de abril al 4 de mayo la XVIII Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, indicó Carlos Torres.
Como coordinador honorario de Proyectos Estratégicos del municipio de Tijuana y en representación del presidente municipal Ismael Burgueño Ruiz, Carlos Torres expresó durante la inauguración oficial su reconocimiento al director general de la feria, René Castillo, y a su equipo de colaboradores por sostener con pasión esta oferta literaria y cultural desde hace 18 años.
“Los viejos libros son buenos porque solo los buenos llegan a viejos”, agregó Torres, para luego invitar a chicos y grandes a visitar la feria, donde podrán encontrar una variada oferta literaria accesible para todos los gustos y bolsillos.
El coordinador destacó que la XVIII Feria del Libro Antiguo y de Ocasión estará por casi un mes en la estación del SITT de la avenida Revolución, entre las calles Segunda y Tercera. Además, invitó a René Castillo a intervenir de manera permanente estos espacios urbanos.
“Tiene muchísimo sentido, en una sociedad y en un mundo que impulsan lo desechable, que promueven el consumismo, saber que hay personas que están empujando algo distinto, algo que tiene sentido, algo que es permanente: la defensa de la palabra escrita”, agregó.
Subrayó que en mayo, el proyecto El Grafógrafo, Libros y Café, que en 2025 cumple 15 años de vida, llevará —en alianza con el Ayuntamiento de Tijuana— “Las Cámaras del Libro” a las estaciones del SITT de la avenida Revolución. Estos espacios editoriales de pequeño formato redefinen el concepto de librería para continuar su labor de divulgación editorial.
Con este tipo de proyectos, finalizó, se busca recuperar espacios urbanos para que sean las y los ciudadanos —y no los autos— quienes se apropien de la ciudad y disfruten de la convivencia en familia.