El odio entre mexicanos

Publicado el: 22 de noviembre de 2022.

Ahora me arrepiento, pero soy de los 30 millones de mexicanos que votamos por López Obrador y su promesa de reformar a México. Cuatro años vista y ante una evidente falta de resultados, decisiones erróneas y una soberbia sin límites, en las elecciones del 2021 obtuvo “sólo” 17 millones de votos. Y yo creo que sigue cayendo. 

Mexicanos con credencial de elector somos más de 93 millones. Cualquiera puede ganar la siguiente elección presidencial si tiene una buena propuesta que cambie el discurso de odio que se fomenta todos los días desde el mismísimo palacio de gobierno en boca de quien debería unificarnos. Una verdadera pena porque otra cosa era la que esperábamos.

Es horrible escuchar y ver al líder de la nación actuando como porro de esquina, como líder de partido político sin poder, como alguien que no tiene obligaciones con 130 millones de ciudadanos mexicanos. Ya basta.

Es de dar lástima ver a los gobernadores, incluyendo la nuestra, seguirle un juego que no va a ningún lado. No importa cuál sea el partido gobernante o el nombre de quién encabece los distintos ámbitos de gobierno si va a liderar a un pueblo enfrentado entre hermanos, a un pueblo peleado con quien piensa distinto o, peor aún, un pueblo que no sabe ni para donde va.

No somos la vieja Alemania, el pueblo de Cuba o Venezuela, pero tampoco queremos llegar a los extremos que ellos tienen. Quiero mucho a mi país como para desear que se divida y se confronte solo porque votamos colores distintos en la boleta electoral.

Apenas tenemos 200 años como país y, a cómo vamos y por quien nos lidera, podríamos tener un conato de confrontación de seguir en la ruta del desprecio, el enojo, la rabia, el rechazo entre nosotros.

Por eso me molesta la marcha del ego y para el ego que se hará este siguiente domingo 27 de noviembre. Es solo una provocación desde el centro mismo del poder para demostrar quien las puede más. Y eso, no es democracia. El odio entre mexicanos que ha aflorado a la superficie azuzado por el poder mismo no nos llevará a ningún lado. Nuestro país seguirá cuando por fin se vayan los que ahora detentan el poder y los ciudadanos aquí seguiremos. Cuidemos a la patria, nos toca a nosotros.